Entre los indicadores más destacados he escogido uno que creo puede definir el futuro de nuestro país, el porcentaje de población comprendida entre los 18 y los 24 años que no han completado la educación secundaria y que tampoco siguen ningún tipo de estudio ni de formación.
Este indicador publicado en el Anuario de Educación en España del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se ha ganado un hueco entre los cinco principales objetivos de cara a 2020, es uno de los inconvenientes más extendidos en nuestro país y uno de los puntos de referencia en los objetivos de los sistemas de educación y formación 2020.
España ocupa la última plaza en
este indicador, y aunque ha mejorado sus números de hace una década, su mejoría
no se corresponde porcentualmente con la media de la Unión Europea. En 2002 la
posición española en este ranking no era muy halagüeña, éramos el tercer peor
país en este sentido. Es bastante significativo que países como Malta o
Portugal que se encontraban por debajo de nosotros hayan disminuido este
indicador negativo por debajo del 50%, mientras nosotros apenas llegamos al 20%.
Repito, porcentualmente la diferencia es abismal con el resto de países donde
este problema estaba bastante extendido y es alarmante la falta de preocupación
al respecto. Obviamente en las naciones cuya tasa de población joven inactiva y
con los estudios inacabados la mejora también sea en una proporción menor o incluso
si la tasa es muy baja quizás haya podido subir sin que suponga ningún tipo de
alarma.
Personalmente creo que mi opinión
puede tener validez si partimos de la base de que mi edad se comprende
justamente entre los 18 y los 24. Si parto de la gente que me rodea, creo que
no conozco a nadie que se encuentre en tal situación, no en vano me consta de
que si que hay gente en este punto.
Se puede decir que hoy en día,
los universitarios, al menos en Madrid y quizás por reunir gente de todas parte
de España, son muy clasistas. Nuestra facultad es una buena muestra de ello.
Los denominados ‘perroflautas’ apenas tienen contacto con la gente de Colegios
Mayores a las que se les presumen un nivel adquisitivo mayor- Culpa de ambos.
Estoy llevando el caso al extremo, pero a partir de ahí, de la poca heterogeneidad
en los grupos, las ideas se llevan hasta el final y de los casos más desgraciados
surgen los abandonos escolares. Es una realidad que, desde mi punto de vista,
se ha extendido más allá de los límites y que necesita una erradicación
inmediata.
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